miércoles, 2 de marzo de 2011

Wikileaks y la 'Operación Jaque'

Álvaro Uribe Vélez
Elcolombiano.com

Los wikileaks dan para pensar de todo: cuánto grado de superficialidad existe en la diplomacia del país más poderoso, hay fuentes directas y rumores, lanzan versiones no confirmadas, algunos de los mencionados responden por los wikileaks, otros los ignoran, varios acuden a explicar temas a las embajadas de los Estados Unidos y no a las autoridades del respectivo país, etc.

Pero hay un caso interesante: la Operación Jaque del Ejército colombiano, que rescató a Íngrid Betancourt, a tres norteamericanos y a un número importante de integrantes de las Fuerzas Armadas, secuestrados por el grupo narcoterrorista Farc, ha sido cuestionada por algunos que interpretan wikileaks. Por eso en estas líneas se hace un somero recuerdo.

El Gobierno que presidí tuvo varios instructivos que, cuando se cumplieron, dieron buen resultado. Se exigió que el propio Gobierno detectara la corrupción, la denunciara y sancionara antes de que las revelaciones llegaran de afuera; y, sobre los éxitos y fracasos de las operaciones militares, la norma fue decir exclusivamente la verdad y el Presidente de la República siempre asumió la responsabilidad por las dificultades.

Basta recordar que ante la infausta noticia del asesinato del Gobernador de Antioquia, del exministro Gilberto Echeverry, y de un número plural de oficiales militares y policivos, por parte de los terroristas de las Farc cuando se adelantaba una operación de rescate, en el avión que nos transportaba de Cali a Rionegro alguien preguntó: '¿qué vamos a decir?'

Yo abrí los ojos, que venían apretados por el dolor, y afirmé: "solamente la verdad". Así se hizo en la noche de aquel día y asumí la responsabilidad. Era natural la división entre quienes compartían y rechazaban la operación de rescate, pero la veracidad de nuestra versión no se discutió.

Entre 2002 y 2008 trabajamos todos los días por el rescate que se dio con Jaque, en medio de una dura crítica nacional e internacional que nos exigía el camino, que no compartíamos, de trueque tradicional con los terroristas. Mantenidos en la línea de no estimular el secuestro y de no fortalecer a los criminales, propusimos muchas alternativas.

Ofrecimos no extraditar a Simón Trinidad y a Sonia si los terroristas liberaban a los secuestrados, propusimos beneficios jurídicos, ubicación en el exterior y recompensa pecuniaria a los terroristas que desertaran y trajeran consigo a los secuestrados. Isaza , integrante de las Farc, aceptó esta oferta y sacó del cautiverio al Dr. Óscar Tulio Lizcano. El Gobierno cumplió la palabra.

En algún momento, bastante anterior a Jaque , se capturó a una mujer, al parecer, compañera de César, verdugo responsable material del cautiverio de la Dra. Íngrid. Nosotros en el Gobierno teníamos la disposición de buscar beneficios a la mujer arrestada e incluso a César , si liberaban a los rehenes. Pero en esto nada se avanzó.

En febrero de 2008 estuvimos a punto de hacer un cerco militar humanitario en la selva, pero a los secuestrados los sacaron por una trocha y perdimos la pista por un tiempo. El abatimiento de Raúl Reyes eliminó el control que éste ejercía para impedir la liberación o el rescate, y, además, facilitó que la inteligencia del Ejército interceptara y suplantara las comunicaciones entre Jojoyy César , elemento crucial en Jaque. La Operación tuvo como Plan B un cerco militar humanitario para el evento que los terroristas impidieran que la Dra. Íngrid y los compañeros abordaran el helicóptero del rescate. Asumí responsabilidad previa y expresa sobre los riesgos de esta decisión que tomé frente a la alternativa de permitir que los regresaran a la selva.

Le conté al Canciller de Francia que estábamos ante la posibilidad de un cerco humanitario, sin informarle de Jaque , lo invité a que estuviera listo para entrar a exigir la liberación en caso de darse el cerco, respondió con determinación y me autorizó llamarlo al teléfono de su residencia en París. Por supuesto, no hubo necesidad de ejecutar el Plan B.

Jaque fue concebida por la inteligencia de nuestro Ejército, dirigida por el General Mario Montoya, supervisada por el General Fredy Padilla, aprobada por el Ministro, nuestro Presidente Juan Manuel Santos, y siempre animada por mí, con mi previa asunción de toda la responsabilidad frente al riesgo. No hay una sola posibilidad de cuestionar el ejemplo mundial de nuestro Ejército.

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