miércoles, 23 de febrero de 2011

PETICIÓN URGENTE AL PRESIDENTE DE COLOMBIA


Doctor
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República

REF: DERECHO DE PETICION
Señor Presidente,

Los ciudadanos colombianos abajo firmantes nos solidarizamos con nuestros compatriotas víctimas de secuestros, homicidios, genocidios y otros crímenes atroces perpetrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tipificados en la legislación colombiana y en los tratados internacionales firmados por Colombia como delitos de lesa humanidad. Así mismo respaldamos la labor que con sacrificio y entrega hacen los miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia en favor de la seguridad de sus conciudadanos en campos y ciudades.


Queremos también manifestarle nuestra creciente preocupación por el notable de recrudecimiento de la violencia, el deterioro de la seguridad en nuestras y el incremento de la delincuencia común y de bandas criminales, que amenazan la vida, honra y bienes de nuestras familias.


Esta situación no la habíamos vivido hace más de 4 años, cuando la política de seguridad democrática del doctor Álvaro Uribe Vélez había producido visibles frutos en la confianza, tranquilidad y seguridad de la población colombiana, situación aquella que nos llena de preocupación.


Por otra parte, como es de público conocimiento, algunos sectores políticos en cabeza de la ex senadora liberal Piedad Córdoba han recurrido a la comunidad internacional para presionar al gobierno colombiano que acepte la propuesta del máximo cabecilla de las Farc, Alfonso Cano de sentarse a negociar en un nuevo proceso de dialogo con ese grupo terrorista, posibilidad que no ha sido rechazado por usted dejando abiertas las puertas del dialogo.


Queremos recordarle, señor Presidente, que las Farc son una banda criminal, narcotraficante, terrorista, y autor de delitos de lesa humanidad, por lo cual seria inadmisible moral, política y jurídicamente que el Gobierno, en nombre del Estado colombiano, deje abierta la posibilidad de iniciar diálogos con esta banda. Aún, si ellos dejaran el secuestro, el terrorismo y el narcotráfico, los crímenes cometidos durante más de seis décadas representan actos de ferocidad y barbarie no pueden ser olvidados por la sociedad colombiana, ni mucho menos sujetos de perdón por parte del Estado, al contrario, por lo que deberan ser castigados con toda la severidad y el rigor de la ley.


Si su gobierno desea realmente pagar la deuda moral con las victimas hágalo aplicando el peso de la justicia a estos criminales, sin concederles la posibilidad de ser interlocutores válidos ante el gobierno, la sociedad o el Estado. Las Farc no son un grupo alzado en armas con objetivos políticos ni reivindicaciones sociales, ni defienden los intereses del pueblo; al contrario son los asesinos y secuestradores del pueblo colombiano.


Ni la sociedad ni el Estado pueden someterse a las presiones criminales para que se negocie el régimen político, económico y social de toda una nación, como si fueran interlocutores válidos para representar los intereses del pueblo colombiano, trabajador, honesto y cumplidor de la ley.


Señor Presidente, recuerde las acertadas palabras del ilustre ex presidente Guillermo León Valencia el "Presidente de la Paz", que hoy tienen plena vigencia: “El diálogo existe mediante una diligencia judicial que se llama indagatoria, en la cual el representante del Estado es el juez”. Este es el único dialogo que aceptamos los colombianos con los narcoterroristas de las Farc.



Le pedimos como ciudadanos colombianos en ejercicio de sus derechos constitucionales, que haga todo lo que sea necesario para consolidar la política de seguridad nacional como una política de Estado que mantenga la tranquilidad, seguridad y confianza que estamos recuperando y que por más de 60 años los bandidos nos las han negado, y sea la derrotar militar o la rendición incondicional de las Farc la única salida a tantos años de violencia y terror.


De usted el Pueblo de Colombia,

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